Europa, atrapada en guerra entre EU y Rusia

Europa, atrapada en guerra entre EU y Rusia

BRUSELAS, Bélgica.- La desactivación del primer tratado de desarme nuclear de la Guerra Fría, el INF, es resultado de un proceso en curso en el que los Estados poseedores de armas nucleares están actualizando sus arsenales, desarrollando nuevos tipos de armas nucleares y simplificando los sistemas para su uso.

Aunque la retirada de Rusia y Estados Unidos se produce tras años de intercambiar acusaciones por incumplimiento, la decisión de aniquilar el pacto responde esencialmente a que ambos consideran que los coloca en desventaja estratégica con respecto a otras potencias nucleares, particularmente China.

“Siendo honestos, ninguno de los dos tenía interés por continuar con el tratado. Ambos veían cómo India y China, entre otros, desarrollaban estos misiles sin capacidad de reaccionar por las limitantes de un pacto que consideran obsoleto”, dice a EL UNIVERSAL Sico van der Meer, experto en seguridad y defensa del Instituto holandés de Relaciones Internacionales Clingendael.

“El mensaje que envían es que no quieren tener las manos atadas para desarrollar cualquier tipo de arma que les permita enfrentar desafíos potenciales en el futuro”.

El tratado para la eliminación de misiles de corto y medio alcance (INF) fue suscrito el 8 de diciembre de 1987 por el presidente estadounidense Ronald Reagan y su homólogo ruso Mikhail Gorbachov y comprometió a las partes a eliminar todos los misiles balísticos y de crucero conocidos como SSC-8/9M729, tanto nucleares como convencionales, que pudieran ser lanzados desde el suelo con un alcance de entre 500 y 5 mil 500 kilómetros.

Para el 1 de junio de 1991, fecha límite de su implementación, las dos potencias nucleares habían destruido 2 mil 692 misiles, de acuerdo con la Arms Control Association, con sede en Washington. Luego del colapso de la Unión Soviética, la aplicación del convenio se extendió a Bielorrusia, Ucrania y Kazajistán.

“El tratado está muerto, sería un milagro que Rusia y Estados Unidos decidieran revivirlo, es clara la falta de voluntad política”, indica Meer. Los mayores impactos de su desaparición se sentirán en la Unión Europea, que considera el INF como pilar de la arquitectura de la seguridad europea de las últimas tres décadas.

“Europa se ve especialmente afectada al ubicarse geográficamente entre Estados Unidos y Rusia y dentro del alcance de los misiles que prohíbe el tratado”, explica Meer. “Una nueva escalada armamentista por parte de EU y Rusia, elevará los riesgos de inestabilidad e inseguridad para la Unión Europea”, alerta.

Beatrix Immenkamp, del Servicio Europeo de Investigación del Parlamento Europeo, sostiene que la fulminación del acuerdo deja a las naciones europeas con pocas y extremadamente difíciles alternativas. Considera que Europa podría enrolarse en una carrera armamentista con Rusia, permitiendo el despliegue de artillería de EU. Otra opción es que los miembros de la UE rechacen colectivamente el despliegue de misiles norteamericanos, lo cual pondría a Europa potencialmente bajo el fantasma intimidatorio ruso, aunque conscientes de que el balance de poder es favorable a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). El tercer escenario es el de la división, con países a favor y en contra de la presencia de armamento norteamericano en suelo europeo.

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